Valkyrie

Filed under: by: Ruben



No sé en qué diablos están pensando los productores de United Artists, pero lo que están haciendo con el estreno de Valkyrie —la última producción de Bryan Singer y Tom Cruise— no tiene nombre. No sé cómo terminará esto. Pero espero que sea lo suficientemente pronto, como para no dañar más a esta producción que, a priori, lo tiene todo para ser un éxito.

En un principio íbamos a poder disfrutar de esta cinta el próximo 27 de junio. Por competencia con otros films, se retrasó hasta el 3 de octubre y ahora resulta que la retrasan de nuevo hasta principios del 2009.

Como sigan así, conseguirán que comencemos a aborrecerla y terminemos olvidándonos de ella. Menos mal que siempre nos quedará la posibilidad de disfrutar del magnífico tráiler, que la propia productora nos mostró el pasado mes de Noviembre.

Recordemos que cuenta con un elenco de actores envidiable: Tom Cruise, Kenneth Branagh, Bill Nighy, Patrick Wilson, Stephen Fry, Tom Wilkinson, Carice van Houten, Eddie Izzard, Halina Reijn, Kevin McNally, Christian Berkel, Terence Stamp y David Schofield.

Street Kings

Filed under: by: Ruben



Tom Ludlow (Keanu Reeves) es un veterano policía de Los Ángeles que está pasando el peor momento de su vida tras la muerte de su mujer. Cuando unas pruebas le implican en la ejecución de un compañero, Tom se verá forzado a ir contra todo lo que ha conocido en el cuerpo hasta ahora, cuestionándose la lealtad de todos y cada uno de los que le rodean...

Bra Boys, Documental

Filed under: by: Ruben



Narrado Por Russell Crowe

10,000 B.C.

Filed under: by: Ruben

Me imagino al alemán Roland Emmerich como a un desclasado entre sus propios colegas europeos. En términos artísticos se supone meramente accidental que el hombre haya nacido en la tierra de los mucho más característicos Goethe, Murnau o Wagner. Don Emmerich parece pensar todos sus proyectos cinematográficos partiendo de conceptos ya probados por la maquinaria hollywoodense. Por lo general mezcla sin grandes luces la ciencia-ficción más simplona (de clase “B” la llamaría algún purista) con el cine catástrofe en cualesquiera de sus acepciones. Puede ser una invasión extraterrestre como en la exitosa Día de la independencia, el homenaje especulativo a la Gojira nipona con el monstruo de marras destruyendo edificios como quien mata hormigas o apelando a los más extremistas métodos para advertir sobre los cataclismos climáticos en la soporífera El día después de mañana. La filosofía del creador de Stargate está perfectamente comprimida en el slogan de Godzilla: “El tamaño sí importa”. Cuánto más ampuloso, mejor para sus propios fines comerciales (transparentes, por cierto). Suerte de hijo no deseado del matrimonio Lucas-Spielberg, desde los mismos inicios de su carrera este inconfundible realizador apuntó con todos sus cañones a la Meca del cine. Y allí se instaló como una escort de lujo siempre dispuesta a congraciarse con el amo que le da de comer. Se ha comprobado que Emmerich es más estadounidense que Oliver Stone, Michael Bay y John Ford juntos. En su obra jamás podrían faltar las múltiples banderas con las estrellas y las barras flameando al compás de una música eternamente inflamada de sentimiento patrio con abundante redoble militar. Cine complaciente de la mano de un tipo que se desvive por gustar y que ya no sabe cómo atrapar a su audiencia. Olvidarse del marketing por un rato sería una primera medida interesante.

10.000 A.C. propone la fórmula del camino del héroe por enésima vez en la historia del séptimo arte. Abrevando en los estudios de Joseph Campbell y Carlos Castaneda, la estadounidense Linda Seger desglosó esta estructura con lujo de detalles en su ya célebre libro “Cómo convertir un buen guión en un guión excelente” (para mayores referencias leer la nota de Buscando a Nemo). Emmerich articula su relato prehistórico con pericia desde el aspecto técnico pero sin la inspiración necesaria para despegar a su filme del pelotón. La trama cuenta sobre el viaje iniciático de D'Leh (el impávido Steven Strait) por rescatar a su amada Evolet (Camilla Belle) de las garras de una tribu bárbara que a instancias de su Rey/Dios (una reminiscencia de Stargate) esclaviza a los pueblos vecinos para construir una pirámide (entre otros laburitos menos copados). Más allá del desapego absoluto por todo lo conocido en materia antropológica o histórica, lo llamativo pasa por observar las muchas (demasiadas) similitudes argumentales entre 10.000 A.C. y la Apocalypto de Mel Gibson. El tratamiento de ambas películas, no obstante, las posiciona exactamente en las antípodas. Apocalypto muestra a un Gibson visceral, proclive al vértigo y al Grand Guignol más extremo (fiel a su rudimentaria noción del naturalismo exacerbado). Emmerich pregona, si se quiere, un clasicismo más lavado en 10.000 A.C. Sus primitivos personajes se manejan con un nivel de violencia por debajo de lo que uno podría imaginarse en gente tan belicosa. La visión de Gibson es la de un artista controvertido pero respetable en un 100%. Su film está hablado en maya de punta a punta, carece de actores conocidos y es cualquier cosa menos condescendiente con el público. Emmerich apenas si aspira al calificativo de artesano (sus compatriotas lo apodaron Das Spielbergle aus Sindelfingen, es decir “el pequeño Spielberg de Sindelfingen”: un despropósito total) armando secuencias de acción por bloques donde el predominio y la calidad de los efectos CGI son tan abrumadores como irrelevantes dramáticamente. La intención se cae de madura: presentar una aventura predigerida, hablada en inglés (por supuesto) y salpimentada por alguna que otra escena con tecnología state of the art. Todo ello, desde luego, apto para todo público porque hay que recaudar platita fresca.

Emmerich insiste en escribir sus libretos sistemáticamente sin revelar preocupación alguna por superar una profunda incapacidad para ir más allá de la superficie. El camino del héroe es un excelente soporte narrativo para adentrarse en la mitología e iluminar esos rincones oscuros donde descansa el inconsciente colectivo. Lo logró Lucas con Star Wars, Spielberg con Los cazadores del arca perdida y Peter Jackson con El Señor de los Anillos. Al lado de estos maestros Emmerich parece un amateur voluntarioso intentando copiar al carbónico un modelo inequívoco. La recreación no sirve. Para hacer algo que trascienda se debe crear. Emmerich no sabe cómo y ése es un déficit que no logrará tapar ni con trescientos millones de dólares.

P.S I Love You

Filed under: by: Ruben

En primera instancia, Posdata te amo de Richard LaGravenese (guionista de Pescador de Ilusiones) es un drama con chispazos de comedia que aborda el duelo de la pérdida de un ser amado y la forma de volver a empezar con una nueva vida al haberla superado. En un intento por desdramatizar la situación y los golpes bajos, el director procura agregarle dosis de ternura y emoción a una temática de por sí angustiante. Y ese intento de desdramatización se puede apreciar en la forma en que los personajes se despiden de Gerry (Gerard Butler) en un bar, junto a la urna donde están depositadas sus cenizas. Esa urna será transportada luego a la casa donde el recientemente fallecido convivía con el amor de su vida, la compungida Holly (Hilary Swank), quien no encuentra el rumbo tras la pérdida del único ser que la guiaba.

A modo de refuerzo de la ausencia de Gerry, el realizador emplea los flashbacks que describen los primeros momentos del enamoramiento, como así también la futura dependencia entre los amantes. Ni las amigas (Gina Gerson, Lisa Kudrow) ni su madre (Kathy Bates) podrán convencer a Holly de abandonar por fin el recuerdo de su esposo. Pero lo que en un principio actuaría como un refuerzo de esa situación a partir de una serie de cartas (que él le dejó antes de morir), en realidad se transformará en una ayuda espiritual para que Holly pueda decirle adiós para siempre. Cada carta será el corolario de una instancia que acerque a Holly a esas cosas que fue dejando postergadas y no casualmente coinciden con una estación del año, como símbolo del florecimiento de una nueva vida. Así, a la espera de una nueva misiva la protagonista comienza a desandar un camino y a transitar otro que culminará (como no podía ser de otra manera) con un viaje al lugar donde empezó todo.

LaGravenese compensa su predecible itinerario de la transformación del duelo en una historia que acierta cuando surgen diálogos interesantes y reflexivos, aunque decae al mismo tiempo cuando la impronta aleccionadora lo acapara todo. Ya en Pescador de ilusiones nos hablaba del dolor que no se puede reparar, aún si tuviéramos en nuestras manos el santo grial, pero siempre con la chance del viaje iniciático o transformador para sobrellevar la tragedia.

Gerard Butler aporta su carisma a un personaje que con el transcurso de la historia genera emociones. No así los desmedidos arrebatos emocionales de Swank, quien parece haber entendido otra historia cuando expresa siempre de la misma manera su dolor. El resto del elenco cumple, como así también la dirección de LaGravenese pese a sus estereotipos evitables de los cuales no puede deshacerse, como le ocurre a Holly con la presencia/ausencia del amor que un día tuvo que partir.

Elizabeth: The Golden Age

Filed under: by: Ruben

No es fundamental dominar la historia europea para intuir que los eventos descritos en Elizabeth: La edad de oro han sufrido un sinnúmero de tergiversaciones por parte de los autores William Nicholson y Michael Hirst. Si la idea era humanizar la figura de la reina Elizabeth I (1533-1603) mostrándola enamoradiza, malhumorada, ciclotímica, envidiosa, celosa y arrogante -además de majestuosa, intocable y compleja-, hubiese sido preferible un acercamiento más minimalista al personaje. La realidad indica que la tensión entre el relato intimista, el fresco de época donde se aglomeran las más variadas intrigas políticas y las secuencias bélicas del último acto confunde sobremanera porque no termina siendo ni una cosa ni la otra. Con semejante rejunte de elementos una Julie Taymor (Titus, Across the Universe) podría hacerse un festín por la vía del delirio surrealista. Al director paquistaní Shekhar Kapur, en cambio, parece que nadie le advirtió sobre las contraindicaciones de tomarse un material tan inconsistente con excesiva solemnidad. Por ende la suma de las partes no logra conformar un todo uniforme y la película debe ser contemplada como el capricho de un nene de primaria que, cansado de escribir la misma cantinela laudatoria sobre los próceres que forjaron el destino de la patria, comienza a mezclar ficción y realidad de acuerdo a su antojo. Elizabeth I ya no es tal sino una cruza impresentable entre Juana de Arco, el caricaturesco villano de Billy Zane en Titanic y la joven monarca que ascendiera al poder con sólo veinticinco años –situación reflejada en el filme de 1998 que convirtió a Cate Blanchett en una actriz de renombre-, fotografiada como si se tratara de una deidad bajada a la tierra.

Intentar resumir todo lo que acontece en las menos de dos horas de duración de Elizabeth: La edad de oro es una tarea ciclópea más adecuada para un historiador que para un humilde crítico de cine. La película arranca en 1585 con el Rey Felipe II (un patético Jordi Mollá) juramentándose destruir a la hereje Reina de Inglaterra en favor de la ambiciosa conspiradora María Estuardo (la reaparecida Samantha Morton) con la excusa de una guerra santa (Elizabeth I pretendía imponer la causa protestante en un país originalmente católico). Enterada del complot organizado por los españoles con la colaboración de fuerzas desestabilizadoras locales –cuyo fin último era su asesinato para propiciar el advenimiento a la corona de la escocesa Estuardo-, Elizabeth I y su fiel ladero Sir Francis Walsingham (Geoffrey Rush) neutralizan los ataques y contraatacan mandando ejecutar a María Estuardo. Abiertamente declarada la guerra con España, Elizabeth I debe resistir con todas sus fuerzas a la famosa Armada Invencible, punta de lanza de una invasión tan deseada como finalmente trunca. Paralelamente a todos estos sucesos se da cuenta del enamoramiento de la Reina Virgen por la atlética figura del pirata aventurero Sir Walter Raleigh (un Clive Owen tan simpático como carente de credibilidad). Este pícaro oportunista procura y logra congraciarse con la monarca para que le financien una expedición a la nueva América, donde promete crear una colonia inglesa en su honor. Además de Elizabeth I, al pintón filibustero le echa el ojo –y luego todo lo demás, por supuesto- la bella Bess (Abbie Cornish, suerte de hermana mayor de Scarlett Johansson), dama de compañía siempre solícita que para horror de su Majestad comienza a intimar con su amado. La venganza será terrible, pero la única sangre que llegará al río Támesis es la de los españoles. Elizabeth I puede sufrir de despecho y sin embargo su magnífica magnanimidad le impide desatar las furias del infierno sobre la pareja traidora. Lo cual nos impulsa en dirección a esa imagen sacra del epílogo que Kapur, torpemente, enfatiza circundando al personaje con una cámara flotante que la idolatra, la admira, la ama incondicionalmente. Más que una persona parece una estampita de la Virgen María. Francamente espantoso.

Sin el coraje para transgredir un tema interesante con imaginación, Elizabeth: La edad de oro es el equivalente sajón a una novela argenta de las tres de la tarde pero con menor profundidad psicológica que el mejor trabajo de Abel Santa Cruz. Ah, sí... el vestuario ganó un Oscar.

Sex and The City Nuevo trailer

Filed under: by: Ruben

Parodia de Tom Cruise

Filed under: by: Ruben

Wicked lake trailer

Filed under: by: Ruben

Rapiditas..

Filed under: by: Ruben

El actor Chris Evans, quien en las dos películas existentes de los Cuatro Fantásticos, interpretara a la Antorcha Humana, declaró que para él, la franquicia está terminada.

“Estoy seguro de que no realizaré otra película de los Cuatro Fantásticos”
Estas declaraciones, se producen luego de que dos de sus compañeros de equipo, Jessica Alba y Michael Chiklis, declararan que tienen fuertes deseos de realizar un tercer film.

De momento, Evans se lo verá junto a Keanu Reeves en el film policiaco Street Kings.

¿Tendrá que insistir el estudio con una buena cantidad de billetes verdes para conseguir la participación de Chris Evans?

Rapiditas..

Filed under: by: Ruben

Star Wars para rato Esto fue lo que dijo el director y creador de la saga más famosa del cine del mundo, George Lucas. Por lo pronto tendremos una nueva serie de animación y tendremos la serie de TV de 100 capítulos, ambientada en el Universo Expandido de la saga. George Lucas parece que no puede dar por finalizada su máxima creación, y seguramente los fans del mundo, estarán felices de ello (entre los que me incluyo

Gandolfinni con Scott

Filed under: by: Ruben


El actor James Gandolfini, famoso por su papel protagonista en Los Soprano, participará en el nuevo film que prepara el hermanísimo Tony Scott.

En él interpretará al alcalde de la ciudad de Nueva York, que se verá envuelto por la trama principal, de la manera que explico a continuación.

Se trata del remake que está preparando Columbia Pictures, The Taking of Pelham One, Two, Three. Aunque esta vez está protagonizado por dos pesos pesados actuales como Denzel Washington y John Travolta. Como he dicho, Gandolfini hace el papel de dicho personaje político, que se encuentra bajo una enorme presión insostenible.

La situación estallará cuando un criminal secuestra un vagón del metro de la ciudad.

Zombie Strippers??

Filed under: by: Ruben

The Fall ,Trailer

Filed under: by: Ruben

Secuelas a la Vista

Filed under: by: Ruben

Los rumores que corren estos días por la súper carretera de la información (siempre quise escribir eso) son que en el 2011 hay una fuerte probabilidad de que Disney estrene diversas secuelas de sus más importantes franquicias actuales y de un clásico.

El primer rumor es sobre TRON 3-D que si bien no es una secuela directa si será la primera vez que algo nuevo basado en el concepto de la cinta de Steven Lisberger estrenada en 1982, después se presume que el capitán Jack Sparrow podría estar de vuelta pero ahora ya sin Elizabeth Swann y Will Turner, el otro que podría estar de vuelta es Nicholas Cage para otra National Treasure (el intento no cuajado de un Indiana Jones contemporáneo) y finalmente la que menos se me antoja: Cars 2, honestamente Cars y Bichos son los frijoles negros en la historia de Pixar y una secuela de Cars no me parece nada antojable y ni siquiera un proyecto antojable.

En fin a ver cuantos de estos proyectos se materializan a final de cuentas.